Obradoiro Dixital / Revista de Arquitectura / Outubro 2018 / Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia

Centro de día e vivendas en Betanzos

Finalista COAG XVI
Proxecto Fin de Carreira


Lorena González García

Texto

Situación y emplazamiento

El edificio se ubica en una parcela de forma trapezoidal, con ejes centrales de dimensiones similares, y que se singulariza por la presencia de dos elementos principales:

- el río Mendo, que la limita en dos de sus lados (este y sur), a una cota 4m inferior de la rasante de la parcela, y del que ha de preservarse una separación de 15m;

- el Parque del Pasatiempo, que se abre hacia el oeste en un eje longitudinal de gran presencia y valor patrimonial.

Estas condiciones de la parcela aportan una tercera singularidad, y es que en ninguno de ellos puede preverse algún tipo de ocupación futura, lo que permite una total libertad para buscar una orientación óptima.

Desde el punto de vista morfológico, el entorno físico presenta una topografía fundamentalmente horizontal, que unido a la naturaleza programática (usuarios de la tercera edad) marcan las primeras líneas estratégicas del proyecto. Se concibe un edificio desarrollado en planta baja y volumétricamente resuelto con piezas que acompañen y marquen dicha horizontalidad. Se tratará de piezas con orientación sur-norte, para mejor captación de luz y proporcionar ventilación cruzada.

La idea

El proyecto está desarrollado desde la sección.

Se parte de la repetición de una geometría sencilla con cubierta a dos aguas. De esta forma se disponen en paralelo una serie de volúmenes alargados con dirección este-oeste, que en ocasiones se unen y en general se separan por una distancia suficiente como para garantizar el correcto soleamiento todo el año. Podría llegar a definirse exteriormente como un conjunto de cuatro volúmenes. Pero también podrían ser seis. O incluso nueve.

La sección aparece en los testeros de los volúmenes, manifestándose en fachada como un alzado limpio y rotundo que se resuelve completamente en piedra, ligando edificaciones y muros y mostrándose como un elemento de continuidad.

Se utilizan formas, proporciones y lenguaje relacionados con la arquitectura tradicional como vía de conexión con el lugar, sin prescindir de una concepción actual, tanto funcional y espacial como técnicamente.

Esquema funcional general

La finalidad del proyecto es realizar una única propuesta en la que se desarrollen dos usos fundamentales, similares, pero claramente con necesidades dispares: un centro de día (atención diurna, dependencia, control); y 25 viviendas tuteladas (residencia permanente, independencia, libertad).

Al norte se sitúa el centro de día. La distribución interior se articula mediante dos patios, que establecen al mismo tiempo una zonificación de actividades del centro. Las estancias principales se relegan al sur, mientras que servicios y despachos se concentran al norte.

Los volúmenes de la parte inferior de la parcela alojan las viviendas tuteladas. El acceso a cada pieza se realiza por la calle oeste. En estas zonas, el escalonamiento que se produce entre los volúmenes genera pequeños espacios públicos, ligados a los locales comerciales y que favorecen la separación y retranqueo de las viviendas con respecto a la calle.

Una vez dentro del recinto, las zonas ajardinadas y los espacios exteriores cubiertos funcionan como filtros previos a las entradas de las viviendas.

La vivienda

Cada vivienda se puede decir que se compone de dos volúmenes de geometría similar en diferente proporción. El volumen mayor comprende la vivienda propiamente dicha, el espacio más privado. El volumen menor acoge la vida comunitaria. Aparece la lavandería como pieza húmeda que sale al exterior buscando gran ventilación, y permite fragmentar el corredor de acceso. Se configura así el punto de encuentro entre público y privado, entendiéndose como una oportunidad más que como una barrera.

Ya en el interior, cocina y salón se desarrollan en una única estancia de sección completa. Se coloca un lucernario en el faldón norte para proporcionar luz uniforme en toda la vivienda.

Materialidad

La decisión de utilizar piedra para la realización de los muros de fachada del edificio, por su unidad, por su trascendencia, por su significación, y por su resistencia, marca las pautas de las soluciones materiales adoptadas.

Se aprovechan sus características mecánicas para apostar por su validez actual como material estructural. Así, el edificio se configura en muros portantes de piedra, que se complementan con otros perpendiculares que les sirven de arriostramiento. La estructura de cubierta se resolverá con losas alveolares de madera que permitan salvar las luces proyectadas.

Por su configuración espacial, tanto en los volúmenes abiertos de acceso a las viviendas (ausencia de cerramiento) como en el centro de día (necesidad de espacios más amplios) los muros portantes de piedra se combinan con estructura metálica de pilares y vigas, a los que proporcionan estabilidad.

Forma parte de esta lógica constructiva resolver cerramientos y tabiquerías con sistemas ligeros mediante entramados de madera. No obstante, es necesaria su protección exterior, por lo que se opta por utilizar un revestimiento metálico mediante chapa de zinc tanto en cubierta como en los tramos de fachada carentes de muro de piedra.